Me
quedé a solas en el estacionamiento, aburrida, esperando por Kenni, quién
supuse era el grandote de los tres. Me apoyé contra una pared del
estacionamiento de brazos cruzados con la mochila en mi espalda esperando por
él, al cabo de un rato un auto un poco viejo apareció, este no era tan lujoso
como el de Eliot, era más como aquellos autos tuneados que aparecían en las
películas de barrios bajos. Dentro del vehículo podía escuchar algunas risas y
música de rap. El auto estacionó ante mí y las puertas se abrieron, todas
excepto las del conductor, intenté no mirar, no quería que pensaran que los
estaba vigilando. Noté que unas mujeres salían de allí, algunas parecían
prostitutas, una vez que las tres salieron de allí e ingresaron al edificio, el
auto prendió y apagó las luces dos veces, miré el vehículo, algo confundida. Me
quedé observándolo un rato hasta que volvió a hacerlo, miré al conductor, y
allí estaba el corpulento, este hizo un movimiento de cabeza. Caminé hacia este
y me subí al asiento de acompañante, ni bien cerré la puerta este comenzó a
marchar de nuevo.
jueves, 19 de febrero de 2015
miércoles, 18 de febrero de 2015
Capítulo IV - Apunta y dispara
Caí
al suelo, apenas sentí el dolor, el cansancio de mis piernas era mayor y mi
cabeza daba vueltas, Chase no paraba de gritarme mientras que Eliot reía a un
lado mientras levantaba unas pesas.
—¡Vamos,
mueve ese trasero, Irina! —gritó.
—No
puedo... —dije con la voz entrecortada, él paró de gritar y se agachó a mi
lado.
—Oh,
¿necesitas agua, chiqui? ¿También te gustaría una manicura y un late?
—dijo con sarcasmo —¡Vamos, muévete! —exigió.
—Pero...
—¡Ahora!
—me dio una patada en el estómago, me agarró de la cola de caballo que me había
hecho y levantó mi cabeza del piso —O te levantas, o te levanto... —dijo con un
tono brusco no muy lejos de mi oído.
Soltó
mi cabello y mi cabeza se chocó contra el suelo y con la fuerza que me quedaba
me paré, lo busqué con la mirada, él estaba viendo su reloj.
—No
aguantaste nada —dijo —. Treinta y dos minutos, solo aguantas media hora
corriendo —agregó molesto.
jueves, 12 de febrero de 2015
Capítulo III - Puerta N°46
Desperté
sin saber muy bien a qué hora, el sol ya había salido, me levanté de la cama y
miré a mí alrededor. Paredes blancas, piso de alfombra vieja y el colchón con
unas dos sábanas para abrigarme. Seguía allí, en aquél detestable apartamento.
Me quedé sentada en la punta del colchón por un rato, mirando el suelo. Es real... Es jodidamente real... me dije entre sollozos.
Me levanté y le di una patada al
colchón con un gruñido acompañado de angustia proveniente de mi garganta. No
iba a dejar que ellos me hicieran sentir así, ellos no tenía la culpa, la culpa
era del viejo. Mientras desayunaba en el pequeñísimo comedor el silencio me
abrumaba, miré la taza con menos de un dedo de café y me imaginé su rostro en
él. Manoteé la taza con odio y esta cayó al suelo quebrándose en varios pedazos
mientras que el líquido marrón, casi negro, se esparcía en el piso de madera.
Busqué un trapo para limpiar el
piso y después comencé a juntar los pedazos del suelo, cuando terminé los tiré
a la basura y fui a ponerme los zapatos, metí mis manos en mi chaqueta cuando
encontré mi celular. La felicidad invadió mi rostro, sabía que no llamaría a la
policía, no podría hacerlo por el bien de mi madre, pero al menos podría hablar
con alguien cuando lo necesitara.
martes, 10 de febrero de 2015
Capítulo II - Fuego
El
viaje en auto había sido silencioso, recuerdo sentir la tensión en el lugar,
era horrible y hubiera deseado tener mi viejo perro de peluche para abrazarlo
de no haber sido que este ya lo había perdido de chiquita. Luego de un rato el
auto se estacionó en un lugar, los tres se miraron entre ellos y luego bajaron
del auto, era como si hablaran con la mirada. Bajé del auto después del grandote
quién me miraba seguido, como si en cualquier momento me fuera echar a correr,
lo que sería una muy mala idea, había visto a hombres como ellos en el pasado,
mataban sin piedad, le restaban importancia a la muerte y luego se fumaban un
cigarrillo como si nada hubiera pasado, como si aquello hubiera sido matar una
mosca.
—Muévete
—dijo el grandote, comencé a caminar detrás del otro y su jefe iba más delante,
caminábamos hacia el casino de la ciudad, Casino Royal Card, repleto de juegos
de azar, mujeres semi desnudas, comida barata y mucho dinero perdido.
Ingresamos
al lugar como si nada, jamás había entrado a un casino pero ya me hacía la idea
de cómo era y era verdad, al menos el CRC. Piso de alfombra azul, , paredes
tapizadas, mozas que parecían conejitas Playboy por todo el lugar llevando Martini
o quién sabe qué bomba de alcohol, muchos juegos, el primer piso parecía
solamente tener de esos juegos que ponías fichas y tirabas de una palanca a
probar suerte. Seguimos caminando y subimos por las escaleras, al llegar al
segundo piso pude ver que era la parte dónde estaban las bailarinas, seguimos
subiendo, tercer piso: juegos de azar como aquél de los dados que nunca
entendí, la ruleta y varias mesas de póquer. Nos detuvimos allí y caminamos
cruzando el lugar, nadie nos miraba, actuaban como si no existiéramos.
sábado, 7 de febrero de 2015
Book Trailer
Al fin, después de batallar tanto con el Sony Vegas Pro 12 he podido traer unos books trailers semi-decentes. XD Espero que sean decentes jajaja. Que conste que nunca hice uno antes así que bueno, para ser los primeros creo que están bastante bien (pudo haber sido peor).
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